1
He estado
horas
días
años
-buena parte de mi vida-
tratando de otear horizontes
pero no los he encontrado
2
Es bueno llevar una carta
en el bolsillo de la camisa
-junto al corazón-
sacarla y leerla
de vez en cuando
3
Es triste
encontrarse junto
a alguien que sufre
sin poder ayudarle
¿Tal vez huir?
¿O ponerle fin a su dolro?
4
No hay que tener miedo
a celebrar
con champaña
o con un vulgar vino comprado
en la licorera de la esquina
5
Si se ama
no hay que tener miedo
al contagio
6
Uno siempre
quiere aunque sea capaz por sí
mismo
que la cura le sea administrada
por el otro
quien te ama
o quien te odia
7
Llega el momento
en que el mundo que nos
circunda
se entristece
de manera infinita
hasta convertirse en
un lugar sin esperanzas
8
Sólo la ciudad es real
Los veo tomados de la mano
mientras beben juntos
en un barcito nocturno
en la parte vieja de la ciudad
9
Debo entender
que es mejor
ser un peleador callejero
que morir de viejo
tirado en una cama astrosa
10
Debería bastarnos
con una habitación
un jardín
y los versos de Emily Dickinson
Carlos Arnulfo Arias. (Cúcuta, 1953) ha publicado varios libros de poesía, entre ellos: Escritos en los muros, Yo digo, También la vida está en otra parte y Morada Urbana. En prosa, Frente a tu parque Romero, Días de guardar, Mariann, Bogotá: Directo Caracas; Díptico en el espejo, Vale, que me importa y Sin sur ni después. Coautor de un par de libros de teatro de títeres e incursiona en el ensayo con Trece instantáneas de la literatura latinoamericana. Ha ganado varios premios en concursos nacionales, como el Ciudad de Pereira, en novela, y el Ciudad de Chiquinquirá, en poesía. Sobre tu cuerpo luz es su libro de fotografías y textos. Colaborador en periódicos y revistas del país, ha mantenido durante ocho años su espacio radial Cantares, programa de música y literatura. Actualmente es catedrático univesitario.
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