martes, 3 de septiembre de 2013

DIEZ AÑOS EN LA TERTULIA UAM





Por: Jairo Hernán Uribe Márquez

(Escritor- Coordinador Club lector UAM)

A comienzos del año 2003 acudí  a la Universidad Autónoma con el propósito de atender una  cita y escuchar una invitación. Me esperaba María Cecilia Sánchez, directora de la Biblioteca, cuyo despacho de entonces estaba provisionalmente ubicado en las instalaciones del edificio y la zona que desde siempre hemos conocido como ‘El Sacatín’. Sin mayores preámbulos me contó que semanalmente, en la hemeroteca o en el auditorio, se reunía un grupo de estudiantes y funcionarios de la universidad para leer, ver una película o conversar simplemente sobre temas culturales. Supe también que esas sesiones eran organizadas por un conocido escritor local (Octavio Escobar), quien, a la dinámica de libros y lecturas, le agregaba, además, su particular pasión y conocimiento del cine. Y, finalmente, me enteré que se estaba efectuando una remodelación histórica de la biblioteca que no solamente ampliaría la planta física sino que supondría  la consolidación –ese mismo año- de una moderna y bella sede que integraría todas las colecciones y servicios de la biblioteca en un solo lugar.

Como dije antes, atendí una cita pero recibí, además, una invitación muy especial. Dado que el encargado de las sesiones tenía compromisos fuera de la ciudad, que la tertulia comenzaba a llamar la atención de más personas y que la nueva estructura física de la biblioteca propiciaba una mayor actividad cultural, la directora me propuso la coordinación del grupo y la formulación de un programa para conformar lo que, para aquella época, se denominó el ‘Club lector UAM’.

Acepté y, con el apoyo indiscutible de numerosas dependencias y personas de la UAM,  echamos a andar una tertulia cultural que, bajo mi tutela, ya cumple una década de actividades ininterrumpidas y que, además de su recorrido y vigencia goza de un notable reconocimiento dentro y fuera del claustro universitario.

Desde luego que no solamente pasaron años, personas, hechos, memorias, libros  y lecturas por nuestra tertulia. En todo este tiempo se acumuló y decantó un largo inventario material y espiritual.

De la pretensión original de ‘promover la lectura’ pasamos a un diálogo cultural, heterodoxo,  crítico y profundo, entre los organizadores, la universidad y las diversas oleadas de asistentes.

De  los grupos iniciales de estudiantes y docentes más cercanos  avanzamos hacia la incorporación de personas e invitados de toda la ciudad, sin distingo de profesión, formación o intereses.

De tantear en las bibliotecas personales  transitamos  a recorridos ambiciosos a través de las colecciones especializadas que acogió la universidad: la biblioteca Fernando Mejía Mejía, la  colección Gustavo Larrea Córdoba y, recientemente, la colección Mario Calderón Rivera.

De las actividades básicas de lectura  derivamos hacia  expresiones y actividades, cada vez más complejas, del quehacer cultural, a través de novedosas herramientas y tecnologías (informática, dvd, internet).

De las  lecturas íntimas y en voz baja ascendimos a las emocionadas lecturas en alta voz.

De las lecturas y comentarios personales remontamos a las lecturas y debates colectivos.

De las lecturas generales saltamos a las lecturas de los demás y, por razones obvias, a las lecturas de nuestras propias obras.

Y el ‘club’, en su acepción formal -un tanto exclusiva- fue transformándose en ‘grupo’, y, luego, con la calidez de las amigas y los amigos que fuimos consiguiendo, se transformó en ‘tertulia’.

Quienes requieren de las cifras para apreciar y entender el mundo, deben saber que, además de los 10 años, 120 meses, o 3650 días transcurridos, en la ‘Tertulia UAM’ hemos realizado cerca de 400 sesiones, albergado y conversado con unos  600 autores y disfrutado cada cita con las y los más de 300 camaradas que tuvimos.

En cambio a quienes, como yo, rara vez les cuadran las cifras, sólo me resta recordarles que cada semana y durante un espacio muy breve de tiempo, asistimos a un ‘oasis’ singular del trabajo y los afanes cotidianos, a un encuentro abierto y amable con lo mejor de los libros, de la literatura y de la vida.

Posdata: La tertulia se reúne todos los martes de 4 a 6 p.m., en el segundo piso de la Biblioteca UAM. Les ofrecemos nuestra bienvenida.



Manizales, agosto del 2013.

No hay comentarios:

¿Cómo se lee un poema? / Hugo Padeletti

Pido perdón por estas tres hojitas que voy a leer. Sé que la expresión improvisada es más vívida, aunque menos exacta, pero en est...