Del libro
Al borde la vía (1988)
Afuera
pasan cosas carros gentes
Alguien
que aprovecha la mitad de la noche
para lanzar
un grito que a nadie espanta ni conmueve
Aquí en
el silencio de este cuarto
donde de
una manera impalpable estás presente
mi desolada
piel también lanza su grito
y te reclama
Hace
frío en San Francisco de Quito
Proveniente
de todos los rincones
el viento
trae un olor a berrinche
ee hombres
que orinan en los andenes
a cualquier
hora del día o de la noche
Buses
para enanos cruzan atestados
de indígenas
que dormitan
mientras
amamantan niños de hasta tres años
En las
calles se mezclan
olores que
escapan
de los
restaurantes
y de
las canastas de indígenas
que en
los andenes
sirven habas
fritas
en papel
de envolver
Al filo
de las cinco de la tarde
el centro
recobra su aire de colonia
tremendamente
triste y gris
sobre
todo su esplendor de oro retorcido
y el
polvo el polvo el polvo
cubre
de abandono
todo su
pasado
su
presente
y su
futuro?
Me
pregunto qué habrá sido
de la
muchacha aquella
que a
tantos enseñó a besar
en el
zaguán de una casa en penumbra
mientras
en las piezas del fondo
su madre
y su abuela
murmuraban
plegarias a los santos
Fue la
primera que permitió a nuestras manos
traspasar
la valla enresortada
para descubrir
la incógnita de siempre
¿Recordará
nuestros juegos
cada vez
que alguien la posee de afán
en algún
zaguán oscuro?
Del
libro Calle 13 Carrera 13 (1990)
LA DE
ENFRENTE
1
El tipo
tiene cara de cornudo
aunque se
las tira de vivo
Ella
tiene cara de tigresa en acecho
Me
pregunto cuál va a ser la presa de la cuadra
Hace
pocos días viven enfrente
Vinieron
una noche en un camión inmenso
con muchachitos
que ayudaban
a quebrar
espejos
y trastos de loza
Hasta
la madrugada estuvieron
entrando
y saliendo
acomodando
cosas y dando lora
Se
diría que se sentían
tomando
posesión del paraíso
2
La tipa
de enfrente
pese a
todo
parece ser
buena gente
y sobre
todo buena hembra
Cuando
camina
parece que
el aire le estorbara
y se lo
aparta
sacudiendo
las caderas
Mira
como tanteando las miradas
Trata
de sorprender en los rostros
el efecto
de sus movimientos laterales
Así se
ha convertido
de presa
apetecible en cazadora
y a
nosotros nos ha puesto en guardia
¿Será
esa su arma
para mantenernos
a distancia?
3
La tigresa
tiene sus lados vulnerables
- ¡y
qué lados! -
y deriva
gran placer en exhibirlos
Se recuesta
contra la ventana
con los
brazos cruzados
ofreciendo
en bandeja sus senos al sol
y a
nuestras miradas que no le son indiferentes
4
Últimamente
veo vecinos que no conocía
haciendo
uso de sus ventanas
para saber
lo que pasa en el mundo
y sobre
todo en el mundillo mórbido de enfrente
Yo me
siento como príncipe
desde mi
ubicación envidiable
que me
permite seguir el transcurso del mundo
sin que
se me escape movimiento
5
Hay
alarma en las huestes femeninas de la cuadra
y empiezan
a tejer historias dela intrusa
Tal para
cual dicen las ofendidas
No sé cómo
mujeres que no dejan sus casas
supieron
que el tipo tiene otra familia
con dos
hijos a bordo
y que
ella se cobra revancha
refregándole
en la cara
aventuras
con donceles atropellados
6
Múltiples
ojos masculinos acechan sin recato
en horas
imposibles
el decurso
de los acontecimientos
porque –se
supone- tiene que haber un desarrollo
si la
lógica que da la experiencia
no fracasa
Se espera
que de un momento a otro
surja la
señal que indique la escogencia
7
Son
cinco los hijos
entre los
seis y los diez años
tan flacuchentos
y pálidos
que cuesta
imaginarlos
sentados
en los inmensos
y mullidos
muebles
de ricos
emergentes
La
mayor tiene tanto mundo
como carne
le falta
Diríase
que goza
con el
revuelo de miradas
que levanta
su madre
Habituada
sin duda a sus andanzas
habría que
considerarla cómplice
aunque sin
saberse aún
hasta qué
parte del juego
8
No sé
qué aspectos desequilibraron la balanza
después
de ser pesados y sopesados por más de una
semana
pero de
pronto fue hecha la escogencia
Nadie sabe
con qué gesto preciso
le fue
revelada a Fortunato
la riesgosa
fortuna
de ponerle
los cuernos al celoso vecino
Pero se
vio que con inútil disimulo
Fortunato
desde su ventana
dada por
señas unos números
que la
adelantada hija
copiaba
en una hoja
arrancada
de afán
Al momento
se oyó un teléfono
que sonaba
en alguna parte de la cuadra
9
El
vecino para suavizar los cuernos
decía del
adúltero
“pobre
muchacho le hace el amor a una nevera”
El
pobre mientras tanto
borbotaba
sobre un volcán de lava
hasta sentir
los pasos de la muerte
Ha publicado los poemarios
Al borde de la vía, 1988
Calle 13 Carrera 13, 1990
Visiones, 1990
Aquel amor ya nostalgia, 1993
Fe de erratas, 1997
Insistencia en la tierra, 1999
El libro de cuentos Todavía la vida, 1995
Y la novela Un habitante más, 2000
Ha obtenido los siguientes premios y reconocimientos:
Finalista Concurso Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, 1987
Primer premio de cuento Juegos Florales de Manizales, 1993 y 1994
Primer premio de poesía Juegos Florales de Manizales, 1996
Primer premio de poesía Casa de Poesía Fernando Mejía Mejía. Manizales, 1997
Primer premio de novela Concursos Literarios Fondo Editorial de Caldas, 2000
Traducido al alemán por Renato Vecellio. Textos suyos han aparecido en numerosas revistas y antologías de Alemania y Austria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario